Me vuelvo de
Caín con morriña, con morriña por lo bien que lo hemos pasado. Pero contentísimo, lleno de energía y satisfecho con todo lo acontecido…¡¡Como
me gusta esta carrera y este sitio!!
Todo comienza
el jueves pasado en el viaje con la familia a Caín, donde una vez más somos recibidos como parte de su familia.
Familia pequeña pero unida que son en este maravilloso y fantástico pueblo de
cuento. Gente amable, modesta y amante de lo que tiene. Sus montañas…!!
Y bien pueden
presumir de ello, porque yo, un enamorado de Picos de Europa, venir a Caín, al corazón de Picos… es estar
en el paraíso.
¿La Carrera?
Pues que decir…«El Desafío Ultra el Cainejo» es ese tipo de carrera que por
mucho que te cuenten, creo que no se puede describir con palabras. Es mejor
venir y comprobarlo con tus propias carnes, bueno más bien con tus propias
piernas….jejeje.
Por aquí ya
caras conocidas, Marino, Iñaki… cabezas visibles y toda la organización que la
rodea, hacen de esta prueba una autentica fiesta que desde el más joven al más
viejo viven y sienten como suya, cómo lo que realmente es… Su carrera en su
pueblo y rodeada de sus montañas, las cuales nos brindan para poder correr,
andar, reptar y sobre todo escalar por sus distintas canales y senderos.
Tras un
viernes de puro y duro relax, llega el sábado, el día grande, el día del desafío.
52km, con 10200 metros acumulados, por terreno puramente de picos, es decir
salvaje, técnico y muy duro. La carrera discurre por 6 de sus canales más duras
y emblemáticas, a través de 3 bucles donde su corazón es en Caín. Pues al
lío…
A las 6:00 de
la mañana y todavía con la oscuridad de la noche se da la salida.
Este año lo
tengo muy claro y es disfrutar, disfrutar y disfrutar, eso sí intentándolo
hacer bien, pero sin pasarme de rosca y buscar unas buenas sensaciones después
del fiasco de Transvulcania. (Nada que ver en cuanto a terreno una cosa
con la otra)
Nada más
salir ya Manuel, coge las riendas y
tira millas, yo no hago ni el intento de seguirlo, he venido a hacer mi carrera
y sin pasarme. Me mantengo junto con Raúl
y otro corredor y así es como subimos a “Vega de Ario” en un
periquete, con un ritmo de ascensión muy cómodo, amanece un día espectacular.
Voy bebiendo
cada poco ya que hace mucha humedad y la temperatura roza los 16 grados. Para
correr es perfecto, así es que a disfrutar. Ya bajando por “Trea” nos mantenemos
igual, y voy reservando y dosificando lo mejor que puedo, esta bajada se las
trae (además de que en Picos, levantar la
vista del suelo más de la cuenta, es ostia seguro) Esta primera bajada está
bastante resbaladiza por las tormentas del día previo y el rocío de la
noche.
Aterrizo en
el “Rio Cares” y no porque me caiga, si
no porque después de todo lo anterior, ésta transitada y conocida ruta parece
un aeropuerto para mis piernas…jajaja.
Meto un poco
de ritmo y las piernas funcionan a la perfección. Así es que rumbo hasta Caín, y completo el primero de los tres
bucles en dos horas y media, (mismo
tiempo que mi primera edición) la llegada al pueblo es genial, la gente
anima y los vecinos se echan a la calle. Allí ensayamos lo que vamos a comer y
beber en Travesera, mismo ritual y todo sale perfecto, Azu me está avituallando y lo hace clavado. (Gracias)
Me siento
bien y tras un beso de mi pequeño Oihan
que me llena de fuerzas me dirijo a por el segundo bucle. Esta subida a “Mesones” me encanta y con un ritmo
homogéneo y con bastante cadencia, (andar
y correr) corono en segunda posición, donde me van dando referencias de
Manuel, que esta a 13′. Bajando a por “Capozo”
sigo con mis pautas de alimentación y sigo muy regular y sin perder fuelle. De
maravilla, así llego al Mirador del Tombo, otro punto de
avituallamiento donde está la familia y numeroso público que anima sin parar.
Desde aquí, falta bajar hasta Caín
por un camino que siempre va en constante bajada donde se corre mucho y justo
termina donde empieza el tercer y último bucle.
Es la subida
por “Moeño” y la conozco bien, así
es que a mi ritmo y sin pasarme de rosca sigo apretando los riñones, jejeje.
Llego a mitad de subida donde está el avituallamiento, según llego voy pensando
en un vaso de coca cola fresquito)
(Aquí aprieta el calor) perooooo… este año no hay… caguen!!
Jajaj. No pasa nada, (casi están más
preocupados los voluntarios que yo, mil gracias) voy muy bien, así es que
bebo agua con isotónico y hasta “Cabeza
Alta” sin parar, respiro unos segundos, y me dan referencias nuevamente, se
que a Manu no lo pillo ni de broma y Raúl su hermano viene en tercera posicion, esta lejos también, por lo que solo me queda bajar con cuidado y despacio por “Dobresengos” pero sobre todo reservando piernas… (Muy importante)
Y sin más es
como entro en meta en segunda posicion, bastante entero con mucha fuerza y con un ritmo alto pero
cómodo, me siento genial y eso es importantísimo, ya me llena de motivación. (He
clavado mis tiempos del primer año y estoy bastante más entero que otras
veces). Muy muy contento entro en meta recibido por los ánimos de Rubén Nembra y por todo el pueblo de Caín y mi familia que no deja de
animar.
Manu ha
estado intratable rebajando el record de la prueba en más de 30 minutos y que
va a ser muy muy complicado que se pueda superar. (Enhorabuena Manu, estas enorme)
En lo
personal, muy contento por como me he sentido y sobre todo como he terminado,
muy regular y con fuerza, sin pegarme ningún palizón y lleno de confianza de
cara a Travesera de aquí a 14 días.
Y desde aquí
felicitar a todo la organización, porque salió todo a las mil maravillas,
carrera de 10, que año tras año va creciendo, pero sobre todo y lo más
importante a los que nos gusta esta montaña, prueba que se va consolidando y
que nos brindéis la oportunidad de vivir una experiencia inigualable.
Gracias Caín y gracias a todos…
Nos vemos en
breve.
1 Comment
Enhorabuena si se corre!!!! que grande eres!!!